Requisitos hídricos
Los requerimientos hídricos varían entre los 600 a 1000
milímetros por ciclo de producción, lo cual dependerá de las condiciones de
temperatura, capacidad de almacenamiento del suelo y de la variedad. Las
mayores demandas existen en las etapas de germinación y crecimiento de los
tubérculos, por lo que es necesario efectuar algunos riegos secundarios en los
períodos más críticos del cultivo, cuando no se presenta
precipitación. Las etapas finales del desarrollo del cultivo son las
más.
Suministro de agua
El suelo debe mantener un contenido de humedad relativamente
elevado. Las mejores cosechas, en cultivos de 120 a 150 días, se obtienen con de
500 a 700 mm de agua. En general, la falta de agua hace disminuir la producción
cuando se produce a mitad o fines del período de desarrollo, más que si falta
al inicio. Cuando hay poca agua, ésta se concentra en obtener la producción
máxima por hectárea en vez de aplicarse a una superficie más amplia.
Debido a la poca profundidad de las raíces de la papa, la
respuesta productiva a la irrigación frecuente es considerable, y se obtienen
cosechas muy abundantes con sistemas de riego automático que sustituyen a
diario o cada tercer día el agua perdida por evapotranspiración. En condiciones
de clima templado y subtropical de regadío, un cultivo de unos 120 días produce
cosechas de 25 a 35 toneladas por hectárea, mientras que en las zonas
tropicales son de 15 a 25 toneladas por hectárea.
Métodos de riego
Los métodos más comunes de irrigación para la papa utilizan
sistemas de surcos o aspersión. La irrigación de surcos es relativamente poco
eficaz en el uso del agua, y es conveniente cuando hay un suministro abundante
de la misma. Donde hay escasez de agua es preferible la irrigación por
aspersión o por goteo, sobre todo en suelos con poca capacidad de retención.
Tabla
1: Ventajas y desventajas del método de riego.
Lamina de riego
Esta depende del suelo, la planta y de las condiciones
climáticas de la zona. Requiere el conocimiento de la capacidad de campo (Cc) y
el punto de marchitez permanente (Pmp). Es importante mencionar que la lámina
debe calcularse para las condiciones específicas de la zona de producción del
cultivo. Para decidir el método de entrega del agua a utilizar, debe evaluarse
la factibilidad técnica, económica y social para su elección; sin embargo, los
métodos de gravedad, como en el caso de surcos rectos en suelos con pendientes
no mayores del 2.5% o surcos en contorno con pendientes del orden del 5%, son
factibles.
Tabla
2: Lamina de riego según textura.
Con base en el cuadro anterior,
las necesidades netas de riego en el cultivo de papa se encuentran en el orden
de los 500 a 650 mm por ciclo de cultivo, lo que significa un volumen de 5000 a
6500 m3.ha-1.
Características químicas
Las características químicas del agua de riego se refieren
al contenido de sales en el agua, así como a los parámetros derivados de la
composición de sales en el agua; parámetros tales como la CE / TDS
(Conductividad Eléctrica / sólidos totales disueltos), RAS (Relación de
Adsorción de Sodio), la alcalinidad y la dureza del agua.
Problemas relacionados con la calidad del agua de riego
El principal problema relacionado con la calidad del agua de
riego es la salinidad del agua. La salinidad del agua se refiere a la cantidad
total de sales disueltas en el agua, pero no indica que sales están presentes.
El nivel alto de sales en el agua de riego reduce la disponibilidad del agua
para el cultivo (debido a la presión osmótica), aunque el suelo puede parecer
mojado, y causa la reducción del rendimiento. Por encima de cierto umbral, la
reducción en el rendimiento de los cultivos es proporcional al aumento en el
nivel de salinidad. Los distintos cultivos varían en su tolerancia a la
salinidad y por tanto tienen diferentes umbrales y diferentes tasas de
reducción del rendimiento. Los parámetros más comunes para determinar la
calidad del agua de riego, en relación con su salinidad, son la CE y el TDS.
Tabla
3: Riesgo de salinidad según niveles de TDS ppm o mg/L
Parámetros físicos
Color
Se debe a la absorción de luz, en el rango de mayor longitud
de onda. Está determinada por la presencia de materiales en suspensión o
disueltos en ella. Ejemplos: la presencia de materia orgánica, el hierro, los
residuos domésticos, algas, son distintas manifestaciones del color en el agua.
El color debe determinarse antes que la turbidez.
Turbidez y Sedimentación
La turbidez está determinada por la presencia de partículas
en suspensión (limo, arcilla, sales de hierro, materia orgánica, etc.). Cuando
las partículas, por su tamaño, se depositan rápidamente se producirá
sedimentación. En el caso de represas o embalses, este proceso es importante ya
que disminuye la vida útil de los mismos. Ejemplos: Hierro, Manganeso,
Bicarbonato de Calcio, Azufre, etc. La turbidez restringe su uso en aguas
destinadas a riego, y las partículas en suspensión pueden originar trastornos
en los elementos usados en riego: desgastes anormales en turbinas y cuerpos de
difusores de los equipos de bombeo, tapar picos de aspersores y goteros. Los
sólidos en suspensión pueden afectar la permeabilidad del suelo al agua y al
aire.
Olor y Sabor
Tanto el olor como el sabor, constituyen índices de
“polución” del agua. No es un parámetro importante para riego.
Temperatura
El agua de riego actúa sobre las temperaturas del suelo y
las plantas, modificando su régimen térmico, en función del sistema de riego,
la época de aplicación y del origen del agua utilizada. Si el riego es de
superficie, puede provocarse enfriamiento del suelo y del sistema radicular de
la planta generando un desequilibrio entre las partes aéreas calientes y las
radiculares, más frías. El enfriamiento de las raíces reduce su capacidad para
absorber el agua y elementos nutritivos del suelo, originando trastornos en la
planta. Se considera fría a aquellas aguas cuyas temperaturas son: T < 10 ºC,
en zonas de alta montaña 10 < t < 15 ºC, en zonas septentrionales 5 15
< t < 20 ºC, en zonas meridionales Si el agua procede de pozos profundos,
es frecuente que en verano resulten frías para utilizarlas en riego, por lo que
en muchos casos sea necesario almacenarlas superficialmente para adecuar su
temperatura a la temperatura ambiente.
Interpretación de un análisis de agua para riego
Las directrices para valorar la utilización de un agua para
el riego pretenden dar tan solo una primera orientación, habiendo de observar
los síntomas que en las plantas nos indiquen una determinada reacción ante las
sales. Con respecto al suelo, habrá que realizar análisis periódicos que nos
permitan controlar la evolución del contenido en sales en el tiempo
Tabla 4: “Restricción en el uso de agua de riego según su composición”
Resultados y Discusión
Se determino el método de riego más adecuado para el cultivo, el cual es irrigación de surcos en condición de un suministro abundante. Donde hay escasez de agua es preferible la irrigación por aspersión o por goteo.
Se determinar las características químicas del agua del riego para el cultivo, siendo conductividad 1.000 – 1.575 µm, 0.7- 1 g/l de sales totales, calcio 50-150 mg/l, magnecio <100 mg/l, carbonatos 10-20mg/l, Potasio <100 mg/l, sodio 70-300 mg/l, cloruro 140-300 mg/l, sulfatos 600-800 mg/l, boro 0.7-2 mg/l, hierro 0.1 – 1.5 mg/l, dureza 14-50 franceses, pH 7-8 Und.
Se determino las características físicas; Color, determinada por la presencia de materiales en suspensión o disueltos en ella, Turbidez y Sedimentación, La turbidez está determinada por la presencia de partículas en suspensión (limo, arcilla, sales de hierro, materia orgánica, etc. Olor y Sabor no es un parámetro importante para riego. Temperatura 10 < t < 18 ºC.
Se determino las características biológicas con una población bacteriana < 50^3 ml^-1
Autor: Angulo Condori Cesar Antonio
Referencias Bibliográficas
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